El viernes pasado, al salir de mi clase de arte, me pareció ver a Vila-Matas entrando en la librería Tipos Infames. No hubiera reparado en su presencia, distraída como estaba buscando Los Diarios de Iñaki Uriarte, si mi acompañante, bastante más avispado que yo, no me hubiera dado un codazo que casi me parte en dos.
No es la primera vez que me pasa algo parecido. Y no me refiero a lo del codazo. De hecho, empiezo a estar acostumbrada, soy puro despiste, ya lo sabéis. Me refiero a estos encuentros fortuitos con algún famoso, como me pasó en Bolonia cuando casi tropecé con Umberto Eco al salir de la Feltrinelli o con Carofiglio en un restaurante de Roma. Ninguna de las veces fui capaz de reaccionar y me limité a seguirlos con la mirada, dejándolos escapar con esa timidez que me caracteriza, sin atreverme a intercambiar ni un par de palabras y mucho menos pedirles una dedicatoria en un libro. Ese gesto lo reservo a esas veinteañeras más decididas y con más arrojo que yo, siempre dispuestas a arriesgar en sus batallas, que yo ya soy caso perdido, sin arreglo ya, año tras año.
Por eso tampoco esta vez con Vila-Matas fui capaz de dar un paso más. Y mirad que lo siento. Me hubiera gustado haberle dicho lo mucho que había disfrutado leyendo su “Desde la ciudad nerviosa”, haberle felicitado por su último libro, ese de conversaciones con André Gabastou…pero no. Me vino a la cabeza la imagen de un Fernán Gómez desgañitado, rojo de ira, mandando a la mierda a aquel lector suyo, declarado admirador, y no pude evitar sentir ese miedo escénico tan habitual en mí. Así que me conformé con observarlo de lejos, guardando las distancias, dudando durante un buen rato si era él o quizá alguno de sus personajes escapado de los renglones de alguna de sus novelas. Un Pasavento cualquiera, en busca de nuevas historias que escribir, o el Doctor Pinchon que en su obstinado afán por desaparecer hubiera decidido hacerse real en una pequeña librería madrileña.
Cuanto más le miraba más seguía dudando y más excusas inventaba para justificar esa pasividad mía, mientras él, cada vez más misterioso, se entretenía revolviendo libros ajeno al mundo, y yo ya no seguía buscando Los Diarios de Uriarte, ya solo dudaba y le espiaba con esa disimulada normalidad a la que tan acostumbrada estoy.
Un buen rato después, mientras mi amigo y yo dábamos cuenta de una Coronita en el bar mexicano de la esquina, todavía seguíamos hablando del tema, discutiendo sobre realidad y ficción, sobre las dobles identidades, sobre escritores que se creen sus personajes y personajes que se creen escritores. A fin de cuentas ¿Qué es escribir sino hacerse pasar por otro? Pasavento, Pinchon… ¿Quien de los dos era el de la librería? ¿O no era ninguno? ¿Era realmente Vila-Matas? Y si es que lo era… ¿qué cosa podría estar haciendo tan importante como para dejar su tranquila vida inventada y pasearse por Madrid?
Fueron demasiadas las suposiciones sin sentido, de muchas ya ni me acuerdo. Algunas tan imposibles como que tuviera una cita secreta con Sophie Calle para un proyecto conjunto, una de sus famosas novelas de pared, experimento mezcla de espionaje, literatura y fotografía, o que tal vez estuviera buscando inspiración para una crónica callejera de las suyas. Incluso podría estar citado en algún restaurante con Trapiello y Pisón, una reunión de grandes en torno a buenas viandas y mejor vino para hablar de Literatura y de fútbol, a la que seguro también estarían invitados el Dr. Pasavento y también Ray Loriga ¿Por qué no? Me consta que son buenos amigos, si es que la amistad es de verdad accesible a personajes como ellos.
La verdad es que no conseguimos ponernos de acuerdo en nuestras conjeturas, mucho menos decidir a dónde iríamos tras la segunda cerveza. Si de algo pecamos es de indecisos, sobre todo quien os escribe. Así que después de pedir otra Coronita y olvidado ya el famoso encuentro, mi amigo y yo acabamos hablando de nuestras cosas, hablando de todo y nada, como suele ser tan habitual en nosotros. Aunque eso sí, con la todavía extraña sensación, inevitable sensación en mi cabeza, de encontrarme también yo en la platea de un escenario de mentira, como un personaje más, a la vista de todos, desnuda y enredada en las titubeantes líneas de cuanto hasta ahora he escrito.
Al salir del bar, ya era de noche. Atravesamos Fuencarral despacio, encogidos por el frío, sin hablar. Semáforos en rojo, calles bulliciosas, La Gran Vía y más y más luces nos envolvían. Frío, mucho frío: las manos en los bolsillos y Vila-Matas todavía en mis pensamientos. “Creo que ya sé…”, he dejado escapar en voz alta. “Creo que ya sé sobre qué voy a escribir la próxima vez…”
No sé si mi amigo sabía de lo que estaba hablando pero yo sí…y hemos seguido caminando, personajes anónimos pero expuestos a la improbable mirada de toda una ciudad.
_____________________
Foto: La Gran Vía por Jorge Arranz
Categorías:Actualidad, Futuro, Libros, Momentos, Pensamientos, Recuerdos
Manu que alegría de leerte, ya quisiera yo escribir tan bien, me lo llevo a twitter. Un gran abrazo y feliz fin de semana
Eres un cielo. Alegría es la mía por tenerte aquí entre mis lectores. Un beso enorme y disfruta de este sábado.
Que maravilla esta tela de Arranz……..
No alcanzo a leer toda tu entrada (quien sabe que le pasa a mi tablet?) pero me encanto’ lo que pude ver.
Te gusta Carofiglio, veo!
Yo tampoco tengo coraje para presentarme y pedir dedicatorias a las celebrities , así que te entiendo perfectamente.
Hasta pronto,
A.
Adoro a Carofiglio desde que mi amigo Giorgio, precisamente de Milán me hizo leer una de sus novelas. Caí rendida a los encantos del abogado Guerrieri.
Eso si,me conformo con admirarlo de lejos, sin romper la magia de un personaje escrito a la medida de mi imaginación.
Ci vediamo presto. Baci tanti.
A muchos nos ha pasado alguna vez, pero la intimidad de las personas es sagrada y entendemos que cuando se presenta la ocasión no siempre aseguramos la oportunidad. Quedémonos con la obra y con la admiración y el respeto al autor. La persona con quien a veces nos cruzamos no siempre el «el autor», con frecuencia es sólo la persona. Recuerdo aquella canción de Los Secretos… «¿cómo explicar que me vuelvo vulgar al bajarme de cada escenario?—
Dices bien, por muchas ganas que tengamos de acercarnos a esos autores a los que idolatramos, quedémonos con la obra, la admiración y el respeto hacía ellos. En el fondo no dejan de ser humanos, con sus prontos y sus manias.
Un abrazo enorme.
Hola!
Te invito a leer esta nueva entrada de mi Blog, creo viene bien para empezar semana…
http://zalman5k.wordpress.com/2014/03/02/cambio/
Feliz Dia
Zalman
Estupenda entrada, muchas gracias por tu enlace. Saludos.
Tuve la fortuna de ver a Vargas Llosa en la Ópera de Nueva York a pocos días de concederle el Nobel. Era en un descanso y nadie le agobiaba; podría haberle abordado para mostrarle mi admiración o pedirle una fotografía con él, pero me pudo el pudor que sentí. Ahora no tengo esa foto ni una palabra suya que poder contar a los amigos pero, como dice Javier Castaño, me queda su obra y a él, aunque nunca lo sepa, mi respeto y admiración.
Gracias por una entrada tan bien escrita. Saludos.
Fíjate como soy, que a veces me dá hasta reparo acercarme a que me firmen mis autores favoritos en la Feria del Libro. Y no sólo ya por corte, me dá miedo llevarme una desilusión. Ya sabemos cuan traicionera es la imaginación, sobre todo la mía.
Un abrazo.
En Tipos Infames no quisieron poner a la venta mi novela. Fueron muy amables, pero me dijeron que habían tenido malas experiencias con libros autodistribuidos y habían decidido cerrar el grifo. Lástima… Quién sabe si Vila Matas no habría acabado sucumbiendo a esa portada tan magnífica. Un abrazo!
Ellos se lo han perdido.. Fíjate que en su día estuve a punto de decirte que tal vez en esta libreria estuvieran interesados en distribuir tu libro, ya veo que no… No desesperes hay muchas librerías en Madrid, seguro que al final encontramos una, donde «El viaje de Pau» pueda codearse con el último libro de Vila-Matas.
Un abrazo de vuelta!
Eres un sol. 🙂
Es curioso como me suele pasar lo mismo. Tantas veces pensando lo que le diría a un escritor sobre alguno de sus libros que me hubiera fascinado y si me lo encontrara con posibilidades de hacerlo, no lo haría, seguro.
En cualquier caso, creo que a Vila-Matas le hubiera gustado conocerte.
Besos y buena semana.
Eres un sol Chelo… Feliz semana. Besos
Tal vez sea por el carácter de mi negocio o quizá por la ubicación, que tengo el gozo de esos «privilegios» que se tiene el topar con famosos a diario. Nunca se me ha ocurrido hacerles mención alguna a su trabajo y sólo una vez hubo quien se ofreció a facilitarme un autógrafo para mi hija de un futbolista de élite que ella adora.
Directores de Cine. Actores y Actrices de Teatro y de Cine. Escritores. Presentadores de Televisión. Fotógrafos. Cantantes de aquí y alguno extranjero. Y un amplio repertorio de actores y actrices de series de la televisión catalana.
Los hay que desbordan una amabilidad, una sonrisa y sobretodo una buena educación que te deja boquiabierto, y los hay que vienen a decir aquello de… pero tú no sabes con quien estás hablando…?
No daré nombres, rompería algún mito y crearía otros.
Otra cosa muy diferente es que ocurrirá en el baile de las tortuguitas, no, no me atreveré a pedir el número de móvil, pero si tal vez, una fotografía en blanco & negro…
Besos de los de lunes con las miras puestas en el próximo fin de semana…
Nota Mental: Me encantó tu relato.
Una vez me crucé con Almodóvar por la Plaza de España. Iba tan entretenida con un amigo que casi no pude reaccionar y eso que no faltó el consiguiente codazo… pero ya era demasiado tarde, vi como Almodóvar se alejaba y con él mis ganas de conseguir un autógrafo. No me atreví a acercarme y eso que mi amigo casi me arrastró. Me conformé con verlo de lejos, como me pasó con Vila-Matas.
Supongo que en este mundillo hay gente de todo tipo, gente sencilla y otra endiosada que se creen importantes. Por eso para evitar decepciones, prefiero observarlos guardando las distancias…
Otra cosa, sería el ”baile de las tortuguitas….” Ahí si que no hay distancias que valgan, ¿o no?
Un besazo agradecido.
Nota mental: Voy a tenerme que pasar por tu tienda, lo mismo consigo el autógrafo de Cristiano Ronaldo. 😉
Jajajajaja sería el de Piqué…
Y el prox.fin de semana… toca baile…
Ains…
Hoy, Manuela, tengo la oportunidad de demostrarte lo que me gusta tu blog. Te he nominado a estos premios “virtuales”. Enhorabuena y ánimo. Lo mereces…
http://qdrelatos.wordpress.com/2014/03/03/hemos-sido-nominados/
Muchas gracias Javier, me siento halagada por tu reconocimento. Un abrazo.
Muy buen post Manuela, me gustó mucho.
Que tengas una linda semana,
Feliz jornada.
Besos
Gracias por visitarme Marta, es un placer tenerte por aquí. Feliz semana. Besos.
¡Es una auténtica delicia leerte! Me ha gustado mucho tu entrada. He tenido la suerte de conocer a algunas personas importantes por su quehacer que han demostrado una sencillez pasmosa,,, quizá ha sido casualidad porque debe haber de todo… recuerdo a Carmen Conde con aquella mirada buena e inteligente a la que conocí en el estreno de una obra de teatro sobre su vida; tuve el privilegio de hacer el cartel de la obra y su calidez humana me conquistó…
Pero me pasa algo parecido, soy incapaz de acercarme a pedir una firma,.. salvo para mi hijo…¡cómo somos las madres!
Ya se sabe que las madres hacen cualquier cosa por sus hijos… seguro que yo también perdería mi timidez por un autógrafo de Cristiano Ronaldo para mi sobrino.
Un beso grande.
Yo he coincidido en Barcelona alguna vez con Vila-Matas y siempre me ha pasado lo que a ti. Me entra la timidez y casi me da apuro hasta de mirar. Sólo una vez coincidí con Eduardo Mendoza y me atreví a decirle que lo admiraba, para a continuación salir pitando porque me puse coloradísima para delicia de mi marido que se tronchaba de risa.
Ya ves, querida, es un mal común.
Otra vez te digo que es un placer inmenso leerte.
Besetes de lunes tarde…
Lo que son las cosas María… El otro día tuve oportunidad de ver en directo, desde la web del País, la presentación del último libro de Vila-Matas. Imagínate la escena, yo en pijama y él al otro lado de la pantalla… absolutamente tímido… como si fuera él quien estuviera en pijama y no yo…, pero tan adorable… Y por un momento me arrepentí de no haberme acercado aquel famoso viernes, porque estoy convencida hubiera sido una anécdota para recordar toda mi vida.
Mil besos 😉
Esto es para ti con mucho cariño. Espero que te guste
http://bellezadecorazon.wordpress.com/2014/03/05/belleza-de-corazon/
Muchas gracias por acordarte de mi. Un besazo.
¡Enhorabuena por tu blog! Te he nominado para el premio: «The cracking chrispmouse bloggywog-award”.
Muchas gracias por acordarte de mi con esta nominación. Saludos y hasta pronto.
Nuevamente tengo la oportunidad de nominarte para otro premio bloguero en reconocimiento a tu trabajo. Esta vez se trata del THE VERSATILE BLOGGER AWARD. Felicidades!!!
http://qdrelatos.wordpress.com/2014/03/11/the-versatile-blogger-award/
Me sonrojo, no estoy acostumbrada a tantos reconomientos…. Desde luego todo un placer recibirlo de tu mano. Un millón de gracias.
espero que te guste y estoy contenta y te lo regalo para ti
http://bellezadecorazon.wordpress.com/2014/03/14/yo-soy-parte-de-la-familia-de-wordpress/
Muchas gracias guapa, siempre tan pendiente de nosotros. Un beso.
Hola! 🙂 Te he nominado al Cracking Chrispmouse Bloggywog Award, pásate por mi blog para más info: http://estopasaenmivida.wordpress.com/2014/03/15/the-cracking-chrispmouse-bloggywog-award/ Abrazos!