
«Mientras nos íbamos quedando retrasados del resto de la pandilla, yo le dije, casi sin mirarla, que me gustaba. Luego ella, también sin atreverse a mirarme, cuando yo le pregunté: “Y yo, ¿te gusto?, dijo que sí con la cabeza. Después, nos miramos un segundo. Estábamos temblando, y yo saqué entonces un Bisonte y me puse a fumar, sin tragarme el humo, claro, hasta que le eché valor y le cogí la mano. Y como ella no dijo nada, pues… ya éramos novios.»
Foto: José Sacristán enamorado de Fiorella Faltoyano en Asignatura pendiente
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