En la cantera.

 

Aquí donde ahora me veis con una cierta desenvoltura afectiva y sentimental, al más puro estilo de una Cenicienta moderna, he de confesaros que no siempre fue así. Desenvoltura tantas veces fingida, técnicas de supervivencia de todo a cien. Y es que basta que rasquéis un poco en la superficie para que mis complejos afloren sin remedio.

 

En el Instituto era de las que suspiraba por el chico guapo, el típico repetidor de cazadora de cuero, que como es lógico no reparaba en mi, bastante ocupado con no despeinarse y con mantener el flequillo en orden. No podía evitar sentir envidia cuando le veía flirtear con unas y con otras sin fijarse ni por un momento en mi presencia. Me conformaba con lanzarle un millón de miradas furtivas desde mi rincón, era a lo más a lo que podía aspirar. Y si encima le veía con la tía buena de la clase, mi envidia se multiplicaba. Enseguida trataba de imaginar cómo habían llegado a ese punto, quien había seducido a quien y con una mente calenturienta como la mía, la película que me montaba no era apta para menores. Me los imaginaba retozando en el parque apurando las últimas caladas de un cigarrillo, entre latas de cerveza, zapatos de tacón y soñaba con verme yo también en una de esas escenas, mientras un Vasco Rossi susurrante me decía al oído con su voz ronca, que quería una vida peligrosa…

 

¿Quien no ha deseado alguna vez ser la Patricia Neal de la película el Manantial? La secuencia del flechazo en la que Cooper trabaja en la cantera y Neal agita nerviosa la fusta, pertenece por derecho propio al top ten del erotismo subliminal de todos los tiempos os lo aseguro. En aquellos años me hubiera gustado retirar a Patricia de un codazo y meterme en la escena, bajar a la cantera también yo, pero lógicamente mi atractivo era nulo por entonces. Era escuchimizada, con ortodoncia, sin ninguna gracia, sin estilo…un patito feo cualquiera de Instituto. Estaba tan preocupada de mis carencias, que sin darme cuenta ahuyentaba a mis posibles pretendientes.

 

Annex - Cooper, Gary (Fountainhead, The)_04

 

No sé vosotros, pero en mi caso nunca hubieron bailes de fin de curso en el Instituto, de esos en los que se bebe la vida en vasos de plástico y se juega a ser mayores. Si acaso alguna historia de ascensor, algún beso de descansillo y poco más. Ojalá hubiera sido tan fácil como sucede en las canciones, darle a la tecla de play, volver a empezar una vez y otra hasta aprender la lección, pero no… Ni más resuelta ni más atrevida, siempre igual, con la delicadeza de la invitada de última hora que viene cargada de regalos para hacerse perdonar y compensar sus limitaciones.

 

Aunque con los años fui mejorando bastante, algo me seguía frenando, una barrera invisible construida en mi imaginación, una especie de “anorexia emocional”. Todo restaba en mi vida, restaba afectos, abrazos, emociones. No sabía cómo recibir y dar. Estaba hambrienta de afecto y sin embargo me comportaba como el que está en huelga de hambre. Acordaros del dicho: “la gente hambrienta hace malas compras”. Y yo al borde de la inanición durante mucho tiempo, fui a comprar a sitios inadecuados, tanto que alguna vez llegué a sentirme como si estuviera de rebajas, como si fuera un saldo de mercadillo. Historias que me dejaron tan maltrecha que al final la diosa Minoica se cansó de ser una diosa. Ya sé que tengo que dejar de ser un personaje de Isabel Coixet pero me cuesta tanto… Si en las películas las cosas terminan bien ¿por qué no conmigo?

 

Y si… aunque bajar a la cantera se me hace todavía difícil, lo intento porque sé que ahí estará mi Gary Cooper particular envuelto seguramente no con tatuajes como aquel tipo del Instituto pero si con un montón de sueños en los bolsillos, noches de verano o viajes inventados. Pensándolo bien qué coño importa lo que lleve, estará y basta, eso espero…

 

____________
Foto: Patricia Neal y Gary Cooper



Categorías:Momentos, Pensamientos, Recuerdos

Etiquetas:, , ,

10 respuestas

  1. Mentare leggevo ,mi sembrava di avere davanti uno specchio…….

    Adesso so tante più cose: per esempio che gli introversi hanno più tempo/spazio per approfondire ,che soffrono più degli altri ma anche gioiscono più degli altri , quando e’ il momento……

    E tante altre cose ho imparato : che Gary Cooper ti vede quando TU ti senti bella , ti accetti e ti vuoi bene…..

    Scusa la lungaggine di questo commento , il tuo post mi e’ piaciuto moltissimo!

  2. » …mi atractivo era nulo por entonces… »

    Nota Mental: Lo ves…? Te lo dije…! Y esta vez no es sólo cosa tuya… No solamente es que sepa escribir, es que además… ains, que te voy a contar que tu mismo no sepas… anda, despídete de ella…

    Un besete Chica Manu.

  3. Me he sentido tan reflejada….me ha encantado leerte. Gracias.
    Un beso.

  4. ¡Y yo! Me ha encantado. Gracias.

  5. No te quepa la menor duda. Está esperándote en algún lugar. Y cuando menos te lo esperes aparecerá, y tú sabrás al instante que es él.
    Un fuerte abrazo-

  6. Escribiendo así deberías tener una cola de hipnotizados pretendientes esperando en tu puerta… 😉
    Un abrazo.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: