Disculpe que me equivoque tanto con la máquina. Primero, porque mi mano derecha resultó quemada. Segundo, no sé por qué. Ahora un pedido: no me corrija. La puntuación es la respiración de la frase, y mi frase respira así…. Leer más ›
Pensamientos
Y un día me desperté sola. En torno a la fotógrafa Francesca Woodman
Todo está oscuro, basta un salto, y todo habrá terminado –se dice- mientras mirando las estrellas, nota el frio en sus brazos. Un salto, vuelve a repetirse poco antes de lanzarse al vacío desde el tejado de su apartamento de… Leer más ›
De dragones y leones de siete colas.
Si escribir es lo más parecido a desnudar el alma, mostrar los sueños en retratos oníricos es lo más cercano a vestirlos de poesía. Curiosa por descubrir dónde está la llave de tantas fantasías, me dispongo a soñar también yo,… Leer más ›
En mi cama
“Quería que mi cama estuviese ocupada las 24 horas del día, como esas fábricas de turnos imposibles, donde la llave no termina nunca debajo de la puerta. Así que le pedí a la gente que se turnara cada ocho horas… Leer más ›
Demasiadas preguntas
Fue a finales de mayo cuando empecé a trabajar en la fábrica de galletas. Me acuerdo bien porque por aquel entonces operaron a mi madre de un tobillo. Lo que parecía la convalecencia tranquila de una intervención sin importancia se… Leer más ›
A mordiscos.
Los que como yo nos movemos en las arenas movedizas de la pasión desmedida, sabemos que basta el ligero vaivén de un abrazo mal dado, apenas un gesto torcido, para que todo, incluido el amor, se desvanezca. Y sin embargo… Leer más ›
Nada más que sueños.
Ha vuelto a pasarme. Si en cuanto me levanto no corro a escribir lo que durante mi duermevela mi cabeza va maquinando, puedo darme por perdida. Llevo una temporada que no recuerdo ni lo que sueño. La cosa me jode… Leer más ›
Por arte de magia.
Todo comienza por arte de magia… un himno, un susurro, un chorro repentino de inspiración, una idea que viene a la mente consciente o inconsciente… Lee Krasner Cuando me avisaron de la muerte del que fuera mi marido,… Leer más ›
El roce de una pierna.
Encuentro en la idea de observar a la gente, un extraño placer que roza lo indiscreto. El tonto disfrute del que se recrea en las historias de otros, y aún así lo hace a sabiendas que no debe. Suele sucederme… Leer más ›
Pequeñas conquistas sin importancia
David Trueba es uno de esos tipos que como el violinista del metro de Plaza Castilla o Massimo Bottura, me lo llevaría a casa sin dudar. No, no me pregunten que tiene, pero algo tiene al modo de los… Leer más ›