Año 1919. Cuando la marquesa de Urquijo visita por primera vez la tienda de Sonia Delaunay en Madrid, queda sorprendida por la sobriedad de las paredes, unas paredes desnudas desprovistas de adornos, muy alejadas del despliegue de color que… Leer más ›
Pensamientos
El encuentro.
La vida no sería lo bastante desconcertante sin esos encuentros que se terminan complicando sin remedio. Casualidades de las que no te repones ni olvidando lo sucedido. Por eso yo que soy poco dada a las imprevistos, todavía me pregunto… Leer más ›
Sin causar revuelo.
Emma fue la primera persona a la que invité cuando me instalé en mi nueva casa de Blasco de Garay. Era justo que así fuera, nadie salvo ella, se había preocupado por cómo me sentía aquellos días en los… Leer más ›
El café pendiente.
Fue el viernes pasado, cuando al salir de mis lecciones de arte, no pude resistir la tentación de entrar en el Café Comercial. Hacía años que no entraba, casi tantos como años terminé mis estudios en la Facultad y con… Leer más ›
El cometido de una aguja.
Hilvanando emociones, cosiendo sueños con puntadas de mentira, divagando sobre esto y aquello, sobre nada y sobre todo, llegué a la tonta conclusión que mis reflexiones, estas con las que a veces os atormento, pocas veces atienden a razones…. Leer más ›
Ciertas cosas se hacen y basta.
Mientras el desfile militar en homenaje al Führer avanza por las calles de Roma, una Sofía Loren despreocupada tiende la ropa en la película “Una giornata particolare”. La radio está encendida. Ensimismada en sus cosas, no presta atención a la… Leer más ›
Habitación 505
No reparó en lo que estaba a punto de hacer, hasta que en el ascensor del hotel se desabrochó el cuello del abrigo con nerviosismo y se retocó una vez más el rojo de labios. El sabor del bourbón todavía… Leer más ›
Del amor y otras cuestiones.
Miss Mahoney: ¿Das tú el primer paso o lo doy yo? Tracy: Estoy de servicio. Miss Mahoney: ¿Cuál es tu día libre? Tracy: El domingo. Miss Mahoney: El mundo es muy grande… (Se acerca) Será domingo en alguna parte. … Leer más ›
Inventando excusas.
Todos hemos tenido alguna vez la tentación de inventar mil excusas: quitarnos el pijama del aburrimiento y salir despavoridos sin importar dónde. Un paseo por el Retiro ahora que la primavera ya asoma, sentarnos en un banco tal vez… Leer más ›
Sin rumbo y sin propósito.
Las iglesias me sobrecogen. Cuando estoy en ellas, me siento pequeña, diminuta, casi insignificante. No en todas, claro. Me pasó en la Capella Brancacci de Florencia ante los frescos de Masaccio y Masolino. Me pasó en la Catedral de… Leer más ›