“Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porqué llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. No… Leer más ›
Pensamientos
Sorolla entre sombreros y tules
A finales del siglo XIX, la revolución ha llegado a la moda femenina, las mujeres se muestran desinhibidas, las faldas se acortan, los vestidos parecen volar con el viento. Libres ya de corazas, algunas prescinden de los corsés en una… Leer más ›
A cabezazos
Da igual que sea septiembre o julio. Hay una pregunta que me asalta siempre cuando menos me lo espero: en mitad de la noche, esas noches de insomnio y de mirar al techo. O cuando dejo la mirada pérdida… Leer más ›
Inevitable domingo
LAS PRIMERAS VECES no reparé en el ruido de la puerta al salir. Ahí estaba él en camisa, con mi olor todavía impregnado en su cuerpo, aguardando mi ausencia para continuar con su vida de siempre. Me bastaba así. Esta… Leer más ›
Destinado a la sensibilidad
“De pequeños, a esta pregunta mis amigos daban siempre la misma respuesta: El coño. Pero yo respondía: el olor de las casas de viejos. La pregunta era: ¿Qué es lo que realmente te gusta más en la vida? Estaba… Leer más ›
10 de octubre
Llevo un tiempo sin escribir, y me da rabia que sea justo ahora que tantas cosas hay que decir. Tampoco es tan grave por otro lado, ya se encargan otros de hablar por mí: en las calles, en el ascensor,… Leer más ›
O… sole mio!
La misma canción otra vez, un quedarse muy quieta para sentir el sol en la cara, y una risa distraída. Miles de planes. El verano es no discutir, pero también discusiones eternas intentando arreglar el mundo en comidas que… Leer más ›
En busca del hombre perfecto
“Nunca he podido sentirme atraída por un hombre que tuviera una dentadura perfecta. Un hombre con dientes perfectos siempre me ha hecho sentir extraña. No sé a qué se debe, pero tiene cierta relación con los hombres que he… Leer más ›
Comiendo perdices
Me pasa mucho, intento que no se note, pero se me termina notando. Es difícil disimular esta llorera tonta cuando vuelvo a ver Los puentes de Madison, y veo a Francesca dudar ante la portezuela de la camioneta: la mano… Leer más ›
Pavese: El color avellana de unos ojos.
Turín no parecía Turín aquella tarde aunque lo fuera más que nunca. El calor sofocante, impensable en el mes de junio, convertía los soportales en el único refugio donde mantenerse a salvo no solo de calor y la humedad, también… Leer más ›