Es octubre, la laguna de Venecia dormita entre laberintos de callejuelas y palacios olvidados. Oculta tras los cortinajes de los ventanales del Palazzo Vernier, Luisa Casati despreocupada, se desviste a tientas, con lentitud, recreándose en su desnudez ajena al… Leer más ›
Momentos
Cicatrices
Un ascensor nos conduce al sexto piso. Se trata de una terraza clandestina en pleno centro de Madrid que poca gente conoce. El lugar parece prometedor. Nos acomodamos en un rincón con vistas nocturnas de la ciudad. Desde el… Leer más ›
Un placer fugaz.
Todos necesitamos sentirnos queridos, que nos digan lo buenos que somos, sentirnos arropados por el calor de palabras dulces que nos miman como el abrazo de una abuela una tarde de domingo. Truman Capote buscaba este reconocimiento de un modo… Leer más ›
La maldición de escribir.
Disculpe que me equivoque tanto con la máquina. Primero, porque mi mano derecha resultó quemada. Segundo, no sé por qué. Ahora un pedido: no me corrija. La puntuación es la respiración de la frase, y mi frase respira así…. Leer más ›
Un empujón literario.
Me jode preocuparme por cosas que no deberían inquietarme. Un ruido en la noche, una resaca a destiempo, a veces ni eso. No nos damos cuenta, la primera yo, que la mayor amenaza se encuentra en esta disposición nuestra para… Leer más ›
Y un día me desperté sola. En torno a la fotógrafa Francesca Woodman
Todo está oscuro, basta un salto, y todo habrá terminado –se dice- mientras mirando las estrellas, nota el frio en sus brazos. Un salto, vuelve a repetirse poco antes de lanzarse al vacío desde el tejado de su apartamento de… Leer más ›
De dragones y leones de siete colas.
Si escribir es lo más parecido a desnudar el alma, mostrar los sueños en retratos oníricos es lo más cercano a vestirlos de poesía. Curiosa por descubrir dónde está la llave de tantas fantasías, me dispongo a soñar también yo,… Leer más ›
Del brazo de mamá.
Cuando llegan estas fechas navideñas, a mi familia le gusta recordar entre risas y villancicos, la vez que de pequeña terminé perdida en la sección de juguetes de unos grandes almacenes. Nunca he entendido como con un historial tan repleto… Leer más ›
Tras el visillo.
Cada tarde a la misma hora, Francesca corre impaciente a la ventana. Verle pasar se ha convertido en lo mejor del día. Aunque a veces se retrasa, no parece importarle, le gusta verle atravesar la Piazza Garibaldi, con ese aire… Leer más ›
Demasiadas preguntas
Fue a finales de mayo cuando empecé a trabajar en la fábrica de galletas. Me acuerdo bien porque por aquel entonces operaron a mi madre de un tobillo. Lo que parecía la convalecencia tranquila de una intervención sin importancia se… Leer más ›