Apunta, dispara. El primer pensamiento es el que vale, después todo se vuelve confuso. Ni la luz, ni los gemidos bajo las sábanas son lo suficientemente cómplices cuando se trata de sexo. Sudor y semen. Placer por placer, en eso… Leer más ›
Apunta, dispara. El primer pensamiento es el que vale, después todo se vuelve confuso. Ni la luz, ni los gemidos bajo las sábanas son lo suficientemente cómplices cuando se trata de sexo. Sudor y semen. Placer por placer, en eso… Leer más ›