Hacía calor aquella mañana de agosto en Paris. Y aun así, a pesar de ese calor insoportable que ni siquiera el agua fría de la ducha consiguió aliviar, Vincenzo Peruggia salió temprano de casa, a las 7.15, mucho antes de… Leer más ›
Hacía calor aquella mañana de agosto en Paris. Y aun así, a pesar de ese calor insoportable que ni siquiera el agua fría de la ducha consiguió aliviar, Vincenzo Peruggia salió temprano de casa, a las 7.15, mucho antes de… Leer más ›