Las iglesias me sobrecogen. Cuando estoy en ellas, me siento pequeña, diminuta, casi insignificante. No en todas, claro. Me pasó en la Capella Brancacci de Florencia ante los frescos de Masaccio y Masolino. Me pasó en la Catedral de… Leer más ›
Las iglesias me sobrecogen. Cuando estoy en ellas, me siento pequeña, diminuta, casi insignificante. No en todas, claro. Me pasó en la Capella Brancacci de Florencia ante los frescos de Masaccio y Masolino. Me pasó en la Catedral de… Leer más ›