Si había algo que a Marilyn le gustara tanto o más que los diamantes eran los libros. Ni siquiera su famoso pijama de Chanel nº 5. Lo mismo leía en la playa el Ulises de Joyce, empeñada en entender… Leer más ›
Si había algo que a Marilyn le gustara tanto o más que los diamantes eran los libros. Ni siquiera su famoso pijama de Chanel nº 5. Lo mismo leía en la playa el Ulises de Joyce, empeñada en entender… Leer más ›